La Audiencia de Cuentas de Canarias emite un informe sobre la formación profesional que se oferta en las Islas para trabajar en el sector turístico

El órgano fiscalizador considera que se deben mejorar los mecanismos para detectar las demandas formativas del mercado laboral con el objetivo de cubrirlas y que hay carencias relacionadas con la enseñanza de idiomas a estos alumnos

La Audiencia de Cuentas de Canarias (ACC) ha aprobado un Informe de Fiscalización de los Programas e Iniciativas de Formación Profesional para el Empleo en el Sector Turístico, que se centra sobre todo en Hostelería y Turismo, puesto que es aquí donde se concentra mayoritariamente la oferta de estudios. Tras la evaluación, el órgano fiscalizador llega a la conclusión de que existen algunas carencias y debilidades, sobre todo por la insuficiencia de mecanismos que ayuden a adecuar los estudios a las demandas reales del mercado de trabajo, la necesidad de mayor formación en idiomas o la falta de recursos suficientes para tener unas instalaciones adecuadas.

El informe, elaborado por el Área de Comunidad Autónoma, a cuyo frente se encuentra la consejera – auditora Esther González, señala, en concreto, la deficiencia en la existencia de mecanismos suficientes destinados a la detección de las necesidades formativas demandadas por el mercado laboral con objeto de cubrirlas, en especial, para los perfiles emergentes. También faltan instrumentos para obtener información centralizada relativa al grado de utilidad por parte del trabajador y de satisfacción del empresario de la formación recibida, “indicadores que serían útiles para advertir si la formación profesional se adecúa a las necesidades del puesto de trabajo, con el fin último de planificar una oferta formativa ajustada a la realidad”.

La Audiencia de Cuentas de Canarias indica que los perfiles más demandados por el empresario y que se consideran cubiertos por la oferta pública son cocineros, camareros y camareras de pisos. No obstante, existen perfiles también solicitados, pero con escasa oferta formativa, como son los de gestión y promoción de turismo activo, guía de rutas e itinerarios, así como los relacionados con el uso de los nuevos canales de comercialización y venta, mediante el uso de internet y las redes de comunicación. Por su parte, las figuras de menor demanda por parte del empresariado son las de director de cocina, gobernanta, recepcionista y sumiller, ya que normalmente se cubren mediante ascensos y por antigüedad en los centros de trabajo.

En cuanto a los idiomas, la Audiencia de Cuentas de Canarias apunta que, a pesar de las iniciativas tomadas por la Administración, el conocimiento en idiomas es una debilidad apreciada en la formación profesional de Hostelería y Turismo, lo que se ha convertido en un factor determinante para la empleabilidad. En este sentido, se señala que esta carencia de formación “ha sido un requerimiento habitual por parte del empresariado, además de la formación para la atención al cliente y de conocimientos informáticos específicos”.

Por otra parte el informe de fiscalización pone de manifiesto la detección de nuevos yacimientos de empleo (gestor estratégico de ventas, gestor de canales, responsable de reuniones, incentivos, congresos y eventos- y gestor de redes sociales), perfiles estos, que a pesar de que  aún no se consideran cualificación a efectos del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (CNCP), por lo que, no puede ofrecerse titulación oficial específica, HECANSA viene incluyendo estas materias como contenido en sus ciclos.

Para afrontar estos déficits y mejorar la formación profesional, la Audiencia de Cuentas de Canarias recomienda una mayor cooperación entre las administraciones y los agentes sociales implicados, para lo que habría que introducir mejoras en los instrumentos existentes para la planificación y programación en esta materia.

Asimismo, deberían efectuarse análisis periódicos para la adecuación de la oferta formativa a las demandas del sector turístico canario. Del mismo modo, y de manera complementaria, procedería realizar, habitualmente, un análisis de la valoración social de la oferta formativa.

En resumen, se propone realizar un notable refuerzo en el desarrollo de competencias en idiomas de los alumnos y se apunta la necesidad de mejorar la formación para la atención al cliente y los conocimientos informáticos.

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